La formación como clave para no quedarse atrás

La formación como clave para no quedarse atrás

Nunca es tarde para ampliar horizontes. Mantener vivas la ilusión y las ganas por aprender puede marcar la diferencia entre el fracaso y el triunfo en cualquier aspecto vital, como pueden ser los negocios. Así lo anuncia el estudio Rentabilidad de la Formación Continua: “la formación continua es un arma estratégica para garantizar la competitividad empresarial”.

El aprendizaje constante debe ser un pilar fundamental en la vida de cualquier empresario exitoso y es su propia responsabilidad cuidar de que este elemento se cumpla en el tiempo. En este artículo reflexionamos sobre la formación como clave para no quedarse atrás.

¿Por qué la formación continua es vital para continuar en el camino del progreso?

El mundo actual evoluciona a un ritmo vertiginoso, mucho más de lo que lo hacía hace apenas una década. Para no quedar rezagado y continuar siendo competitivo en el mercado, los profesionales actuales tanto si desarrollan su labor dentro ámbito empresarial como en cualquier otro sector, necesitan invertir constantemente en su formación.

Cada día nacen tendencias e información nuevas de las que aprender para actualizar conocimientos y adquirir nuevas habilidades que ayuden a propiciar cambios y a continuar optimizando una organización.

En muchas ocasiones, la falta de tiempo parece ser la excusa para postergar la formación. Y, si bien es cierto que un líder empresarial debe atender diferentes procesos en su proyecto, si no apuesta por la formación constante el riesgo de estancamiento es demasiado alto. Sin olvidar que la competencia siempre está en evolución y retrasar la formación no hará más que agravar la brecha de conocimiento y anclar la innovación.

En resumen, continuar aprendiendo es una inversión a medio y largo plazo para mejorar como profesional y hacer crecer un negocio, aprendiendo estrategias eficaces, evitando errores que otros han cometido y reduciendo las posibilidades de fracaso.  Está demostrado que todo proceso formativo agrega valor a tu carrera profesional que debe quedar reflejado al preparar tu Curriculum Vitae y así ubicarte en una mejor posición a la hora de presentarte en un proceso de selección.

5 Beneficios de la formación continua para dirigir un negocio

La formación es clave para no quedarse atrás y continuar en el camino del progreso. Vamos a explorar más a fondo sus beneficios.

1.  Actualizar conocimientos

La estabilidad ha sido una de las premisas tradicionales en el mundo empresarial. Sin embargo, hoy en día el cambio y la evolución constantes conforman la realidad que rodea al mundo de los negocios. Los procesos de trabajo, la implementación de las nuevas tecnologías, las estrategias de lanzamiento o la cultura empresarial, entre otros factores, varían continuamente en respuesta a las preferencias cambiantes de los consumidores y sus patrones de compra.

Este estado de transformación continuo exige a los líderes empresariales una actualización constante de sus conocimientos, técnicas y competencias profesionales para seguir siendo efectivos en sus funciones. Una empresa fuerte es aquella que conoce los cambios y sabe adaptarse a ellos.

2. Tomar decisiones informadas y mantener la competitividad

Los directivos de las empresas deben tomar decisiones a diario que afectan de lleno al crecimiento y al desarrollo corporativo. Para elegir las correctas, es esencial estar informado y poseer un conocimiento actualizado.

A través de la formación, los profesionales de la empresa son capaces de tomar decisiones estratégicas y fundamentadas en base a datos y análisis objetivos. Asimismo, estar al tanto de los avances y las demandas del mercado permitirá que la empresa sea competitiva explorando nuevas ideas, innovando y progresando hacia el futuro.

En definitiva, la formación ayuda a no perder de vista el desarrollo empresarial y a evitar convertirse en la peor barrera para hacer crecer un negocio propio.

 

Beneficios de la formación contínua

3. Mejorar la rentabilidad

La formación permite aumentar la rentabilidad de la empresa. Sin embargo, la capacitación efectiva no debe quedar en una mera adquisición de conocimientos teóricos, sino que debe apostar por la puesta en práctica de los aprendizajes. Sólo así la formación será verdaderamente relevante para el alumno y para la empresa.

La práctica es el paso final para accionar las estrategias adecuadas destinadas a alcanzar los objetivos de negocio y, por ende, a mejorar la rentabilidad empresarial.

4. Incentivar el networking

Uno de los grandes beneficios de la formación son las oportunidades que brinda a los participantes para ampliar su red de contactos, que puede resultar vital en su futuro inmediato.

El networking es clave para conocer a empresarios del sector, intercambiar experiencias y ampliar conocimientos diferentes a los propios. Además, se crean nuevas conexiones con personas que tienen intereses, deseos y objetivos similares que pueden derivar en sinergias o colaboraciones útiles para el negocio.

5. Acortar la brecha digital

Poseer conocimientos actualizados en materia digital es uno de los rasgos de un líder empresarial exitoso. En pleno siglo XXI, los directivos no pueden permanecer al margen de la tecnología si quieren seguir siendo competitivos.

Conocerla, aprender sus conceptos fundamentales y aplicar esa transformación digital en la empresa es tarea obligada para reducir costes, aumentar la productividad, mejorar el rendimiento, ganar visibilidad y optimizar la experiencia del cliente; en definitiva, para continuar siendo competitivos en un mercado global y cambiante.

MBA, el programa formativo de los líderes empresariales

La oferta formativa actual dirigida a profesionales que quieren ampliar sus conocimientos y habilidades en el terreno de la gestión y la dirección empresarial es variada. Una de las formaciones más solicitadas son los MBA o Master en Administración de Empresas. Estos programas educativos de alto rendimiento están diseñados para poder compatibilizar la formación con el desempeño profesional.

Tal y como pronunció el político americano del siglo XVIII, Benjamin Franklin: “La inversión en conocimiento paga el mejor interés”. Comprometerte con tu formación es la mejor inversión que puedes hacer para tener éxito como líder empresarial.