8 Consejos para preparar el Método del Caso

8 Consejos prácticos para trabajar con el Método del Caso

El método del caso es la esencia del sistema académico y experiencia de aprendizaje en la Escuela de Negocios de la famosa Universidad de Harvard. En su forma más simple, cada caso es una simulación de un problema de negocios del mundo real. El protagonista del caso es la persona encargada de resolver el problema. Como estudiantes, se espera que se pongan en el lugar del protagonista y discutan con el resto de los integrantes de su equipo de trabajo, los argumentos de cada decisión y las principales razones por las que adoptan una posición.

Hay dos elementos principales que hacen que el método del caso sea diferente del aprendizaje tradicional del estilo de conferencia o clase magistral.  En primer lugar, el aprendizaje de estudios y análisis de casos puede ser mucho más atractivo y efectivo porque se crea un espacio para tener discusiones enriquecedoras con varias personas que tienen opiniones y puntos de vista diferentes y están dispuestas a defender su posición en relación a cierto tema en lugar de que sea el profesor, el único que emita opiniones y transfiera conocimientos. En segundo lugar, si bien hay un concepto teórico subyacente en cada caso (ya sea en finanzas, contabilidad, gestión de operaciones, marketing, recursos humanos o liderazgo), el enfoque de la discusión en clase es la aplicación de los conceptos en situaciones totalmente prácticas. Muchos alumnos coinciden en que éste es un sistema ideal de aprendizaje porque realmente da vida a la teoría y la hace relevante para cada situación de análisis.

Estudiantes de la Escuela de Negocios de Harvard, señalan que han enriquecido y perfeccionado su enfoque de análisis con el objetivo de sacar el máximo provecho al proceso de aprendizaje de casos prácticos.

Etapas del Método del Caso

A continuación, compartimos 8 consejos prácticos como parte de la experiencia de estudiantes de programas como el Master en Administración de Empresas en Asturias – MBA que se imparte en la Cámara de Comercio de Oviedo al igual que en la Escuela de Negocios de Harvard:

1. Desarrollar tu punto de vista

La preparación efectiva y eficiente de los casos es, sin lugar a discusión, la parte más desafiante de toda la experiencia de aprendizaje con el método del caso. Es muy probable que el alumno de una tenga que dedicar entre 2-3 horas de lectura y análisis a cada caso, más aún, si se centra en detalles y haga falta complementar la comprensión global con otras lecturas complementarias. En este punto, habrá que hacer un equilibrio entre la demanda de horas de estudio por asignatura, entrega de trabajos y otros de tipo académico con las responsabilidades personales y profesionales que se tienen fuera del MBA.

Un aspecto importante a reconocer y no olvidar, es que no se necesita saber ni tener la respuesta a cada pregunta una vez “terminada” la fase de preparación individual del caso. El objetivo es entender el contexto del caso y el concepto teórico que se está discutiendo y, con ello, desarrollar un punto de vista que, posteriormente se pueda explicar y debatir. Un primer análisis y discusión se debe producir con los integrantes del equipo de trabajo. Posteriormente, esa experiencia se enriquecerá en el aula a medida que cada alumno emita su opinión.  Como este proceso se repite con relativa frecuencia, los alumnos van adquiriendo confianza y poco a poco se encuentran más relajados y cómodos entre sí. Esto hace que las discusiones en clase sean auténticas, abiertas, divertidas, de profunda reflexión y decisión, como si se tratara de nuestra propia empresa.

2. Participar en grupos de trabajo/discusión para expresar tu opinión  y perspectiva

Los grupos de discusión deben estar formados por 5-6 miembros. Lo deseable es que cada de uno de los integrantes tenga un perfil personal y experiencia profesional diversa. El grupo se reúne a lo largo de la semana, durante los fines de semana o antes de la clase para repasar el contenido de los casos asignados. Se trata esencialmente de un entorno de bajo riesgo porque funcionan como equipo para revisar y afinar los puntos de vista clave. Como mínimo, debe ser el momento y ambiente propicio para preparar el discurso y argumentos que se expondrán ante el resto de la clase y profesor. En este aspecto, la humildad juega un papel importante puesto que hay que saber escuchar los consejos de jóvenes emprendedores, de un director de banco o de un especialista en exportación quienes, gracias a su experiencia profesional, más de una vez, son la ayuda oportuna y perfecta para replantear y dar nuevo sentido al análisis de un caso que se podría dar por perdido o sin solución. ¡Es estupendo sentir que en plena batalla llegan refuerzos y consejos claves! 

3. Estar siempre atento a la pregunta inesperada

La pregunta inesperada es cuando el profesor solicita a un estudiante que inicie la discusión y debate relacionado con el caso de estudio. Para esto, será necesario, estar preparado para recapitular los objetivos del caso, establecer los puntos clave para la discusión y poner las cartas sobre la mesa relacionadas con las respuestas. Basándose en las respuestas, el profesor podría continuar formulando preguntas de seguimiento para resaltar ciertos matices y aspectos más importantes de las respuestas presentadas.

Si bien ser llamado por el profesor de manera inesperada no es exactamente la experiencia más placentera del mundo, es una gran oportunidad para presentar el contexto del caso y practicar la forma de pensar y expresar libremente por cuenta propia todos los conceptos y aplicación de los mismos en el caso en cuestión.

La escucha atenta así como la agilidad, claridad y seguridad con las que se debe dar respuesta a cualquier tipo de cuestionamiento ya sea en el ámbito académico y/o profesional, ponen en evidencia la importancia de incorporar buenas prácticas para vencer la falta de concentración.  El resultado de todo ello, se traduce en mayor eficiencia

4. Trabajar con los compañeros de la clase para crear un ambiente seguro de discusión 

Como es posible imaginar, un debate en la clase con 25-35 personas inteligentes y obstinadas puede fácilmente volverse caótico, sobre todo si no se tienen normas y procedimiento de intervenciones. Por lo general, el profesor controla el ritmo de la clase llamando a los alumnos y guiando la discusión, pero como grupo se puede acordar ciertas normas que también aseguren crear un ambiente de aprendizaje seguro y divertido. Por ejemplo, al iniciar el curso y cuando los grupos de trabajo empiezan a tener reuniones, pueden acordar aspectos tan básicos como: no interrumpir a un compañero cuando esté haciendo uso de la palabra, aprender a disentir pero con respeto, no generar polémica sin argumentos válidos, no mezclar temas personales y profesionales con los académicos, entre otros.

5. Participar en la escucha activa

En pocas palabras se puede decir que la experiencia de la clase es altamente positiva. Con mucha frecuencia, los alumnos no dejan de sorprenderse de la experiencia, el intelecto y la claridad de pensamiento que tiene cada uno de los alumnos. Hay un respeto genuino por los puntos de vista, coincidentes o no. Por lo general, los debates de cada grupo de trabajo suelen continuar incluso después de finalizar las clases.  Otra experiencia significativa es darse cuenta que uno aprende mucho más a base de escuchar que de “simplemente” hablar.

6. Disponer de una red de contactos de forma permanente

Los variados perfiles y características tanto personales como profesionales de cada uno de los compañeros y vivir las experiencias en el mismo ambiente a lo largo de un Master, permite construir relaciones altamente gratificantes como si estuvieras haciendo, por ejemplo, más de 6 masters de forma simultánea. Es un beneficio personal más allá del caso, del grupo de trabajo y de los motivos de estudiar un Master MBA puesto que se sabe que se cuenta con contactos que no son sólo nombres o puestos de trabajo, sino que los conoces personalmente y que puedes y podrás acceder a ellos en cualquier momento de tu vida personal, profesional y empresarial.

7. Tener presente y llevar el material de estudios a todos lados

Sin que esto se convierta en una obsesión, tener un caso de estudio entre las manos, muchas veces supone, darle vueltas a la lectura, comprensión e interpretación de cifras, datos y hechos del mismo.  Por ello, en reiteradas ocasiones uno se siente obligado (de manera voluntaria) a llevar consigo el caso, algún libro, la tablet o portátil para aprovechar cualquier tiempo ocioso en beneficio del análisis del caso. Estos sitios suelen ser, esperas en el banco, viajes en autobús, metro, paseos, visitas al médico o simplemente cuando se decide ir a tomar un café. Se quedarán sorprendidos de la cantidad de trabajo que pueden avanzar y las ideas y propuestas que pueden salir de estas situaciones extraordinarias. No hay que olvidar que ciertos casos de éxito de excelentes ideas y soluciones de negocios surgieron en los momentos y lugares menos esperados.

8. Disfrutar el proceso

No se trata de ser duro ni exigente con uno mismo. Tampoco hace falta agobiarse por encontrar siempre “la verdad” de cada caso de estudio. Hay que aprender a relajarse y disfrutar de la increíble oportunidad del proceso de aprendizaje bajo el método del caso. Más allá de las calificaciones y la constante participación en clase, está el aprendizaje significativo que cada alumno se lleva en esta experiencia de cursar un Master, que es única e irrepetible. Sin lugar a dudas, es la forma más práctica para aprender a aplicar los conceptos, asumiendo roles de dirección que afianzan las capacidades personales y profesionales en el ámbito gerencial.