El IRPF es uno de los principales impuestos del sistema tributario en España. Entender su funcionamiento es un deber cívico para poder cumplir con las propias obligaciones tributarias, de acuerdo con el principio establecido en la Constitución Española de que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos, de acuerdo con su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio” (art. 31.1).
Si bien el IRPF es un impuesto que sólo afecta a los individuos y no a las empresas, en muchas ocasiones son éstas quienes deben llevar a cabo la retención para ingresarla en la Agencia Española de Administración Tributaria. Por tanto, es esencial que como socios de una empresa que han de tributar por sus ganancias, o bien como gestores contables, tengamos siempre presente la importancia del IRPF y su funcionamiento.
Desde el Master MBA Asturias, te mostraremos qué es el IRPF, cómo se puede calcular y cómo se aplica en los casos puntuales de los trabajadores autónomos o por cuenta ajena.
¿Qué es el IRPF?
El IRPF son las siglas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Es un tipo de impuesto directo, que se aplica a la renta de los ciudadanos, de acuerdo con los principios mencionados anteriormente.
- Capacidad económica
- Igualdad
- Generalidad
- Progresividad
- Sin alcance confiscatorio
Este impuesto afecta a las personas físicas que son residentes en España y han obtenido rentas durante un año natural, que es lo que conocemos como el ejercicio económico.
El Impuesto sobre la Renta se aplica sobre tres principales componentes, que definen la capacidad económica de una persona física.
- Rendimientos, derivados de la actividad de la persona física, sea trabajador por cuenta ajena o autónomo.
- Ganancias o pérdidas patrimoniales, que aplica a la variación del patrimonio del contribuyente.
- Imputaciones de renta, que se refieren a las rentas que no se han recibido en dinero líquido.
¿Cómo funciona el Impuesto sobre la Renta?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas se paga a través de las retenciones del IRPF, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena. Después, durante el inicio de la Campaña de la Renta, se calcula la cantidad que corresponde pagar de IRPF, se realiza la correspondiente Declaración de la Renta y se devuelve la diferencia, en caso de que se le haya retenido de más, o paga la cantidad restante que le corresponda.
En el caso de los trabajadores autónomos, el funcionamiento es muy similar, mediante retenciones sobre los ingresos, sólo que son ellos mismos quienes deben hacer el pago fraccionado del IRPF, a través de la cumplimentación del modelo 130 trimestral y el resumen anual o modelo 190.
No obstante, si el 70% del volumen de sus ingresos son empresas o entidades sin personalidad jurídica y practican la retención del IRPF en sus facturas, están exentos de presentar estos modelos y son sus clientes quienes ingresan en la administración tributaria la parte correspondiente a la retención del IRPF estipulada en las facturas. Al igual que en el caso de los trabajadores por cuenta, cuando realizan la presentación del modelo 100 de Declaración de la Renta sobre las Personas Físicas, pagarán o se les devolverá la diferencia.
¿Cómo se calcula el IRPF?
Hemos visto cuál es el funcionamiento del IRPF, pero todavía no hemos mencionado cómo se calcula. ¿Cuál es la forma correcta de calcular el IRPF para un trabajador por cuenta ajena? ¿Y para un autónomo? Vamos a verlo.
Cómo calcular el IRPF de un trabajador por cuenta ajena
El cálculo del IRPF se realiza atendiendo a las circunstancias personales y familiares de la persona física. Así, por ejemplo, en España existe un mínimo personal de carácter general de 5.550 euros, para el caso de las personas físicas. Esta cantidad aumenta hasta los 6.700 € anuales en el caso de las personas de más de 65 años y 8.100 € en el caso de las personas de más de 75 años.
También se tiene en cuenta un mínimo por descendientes, siempre que cumplan determinados requisitos, que son:
Conocer el mínimo personal y familiar nos ayuda a calcular la cuantía a deducir de la base imponible. Supongamos que una persona física es soltera, trabaja por cuenta ajena, tiene menos de 65 años y tiene un salario neto anual de 30.000 €, y no cuenta con pérdidas y ganancias patrimoniales, ni rendimientos del capital mobiliario.
Esa persona podría deducirse un total de 5.550 €. Esto nos dejaría una base liquidable de 30.000 € – 5.550 € = 24.450 €. Sobre esta base aplicaremos los tramos del IRPF, que a nivel estatal son:
Por tanto, esta persona debería pagar un IRPF a nivel estatal de 1.182,75 + 930 + 667,50 = 2.780,25 € + 2780,25 € = 5.560,50 €. De acuerdo con lo que le haya retenido la empresa a lo largo del ejercicio, le saldrá a devolver o pagar en la Declaración del IRPF.
Hay que tener en cuenta que en este ejemplo hemos puesto en la columna de “tipo impositivo autonómico” el tipo correspondiente a los no residentes en España que reciben rentas españolas, pero lo cierto es que para los residentes en cada comunidad autónoma tienen diferentes tipos impositivos y pueden tener muchos más tramos.
Por tanto, habría que hacer el cálculo que corresponda a la comunidad en la que reside la persona física, siendo la Comunidad de Madrid la que tiene un tipo máximo más bajo (21%), para una base liquidable de hasta 53.407 € en una escala de 5 tramos, y la Comunidad Valenciana un tipo máximo más alto (29,5%) para rentas de más de 120.000 € y en una escala de 10 tramos.
Cómo calcular el IRPF de un trabajador autónomo
En el caso del cálculo del IRPF de un trabajador autónomo, los tramos del IRPF son exactamente los mismos, así como también el mínimo personal y familiar. Sin embargo, tiene una mayor dificultad que la Declaración de la Renta de un trabajador por cuenta ajena, ya que primero hay que determinar la base imponible, que no será equivalente al salario neto, sino el resultado de restar a los ingresos todos los gastos deducibles.
Así, por ejemplo, para determinar la base imponible, el autónomo deberá deducirse aquellos gastos relacionados con la actividad en los límites que marca la legislación tributaria, como seguros sociales, sueldos y salarios, compras de inmovilizado o gastos corrientes que estén vinculados con su actividad.
Después el procedimiento es exactamente igual para el cálculo del IRPF que en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, en cuyo caso sólo podrán aplicar las deducciones que la legislación permita.
Esperamos haber aclarado qué es el IRPF y cómo se calcula dada la importancia que tiene en nuestra legislación tributaria y la obligatoriedad de cumplimiento que afecta a aquellos trabajadores autónomos o por cuenta propia.