Planificación estratégica

Qué es la planificación estratégica y cómo realizarla paso a paso

El secreto del éxito de una organización es que todos sus miembros remen hacia una misma dirección para alcanzar los objetivos propuestos. Si esa dirección y esos objetivos no están claros, es complicado que la empresa avance hacia buen puerto.

Este es el objetivo de una herramienta de gestión clave para cualquier negocio, independientemente de si se trata de una pyme o una gran corporación, conocida como planificación estratégica.

En este artículo te explicamos qué es la planificación estratégica exactamente, por qué resulta vital para las empresas y qué pasos debes dar para desarrollar un plan estratégico que te ayude a impulsar tu proyecto en el mercado.

¿Qué es la planificación estratégica y para qué sirve?

La planificación estratégica es el proceso de establecer los objetivos a medio y largo plazo de una empresa, definir las acciones concretas para alcanzarlos y evaluar su impacto en relación con las metas fijadas.

La finalidad de esta herramienta de gestión es poner de manifiesto las prioridades de la empresa y crear una hoja de ruta que marque la dirección hacia la que desea avanzar el negocio, así como las estrategias comerciales a seguir para alcanzar el nivel de desarrollo futuro deseado.

El proceso de planificación estratégica se lidera desde la alta dirección de la organización. Sin embargo, para que resulte efectivo es necesario involucrar a los diferentes departamentos y miembros que integran la empresa independientemente del cargo o la función que desempeñen (contabilidad, marketing, recursos humanos o logística, entre otros).

De esta manera, cada empleado podrá sumar su aporte, confiriendo así una planificación integral para la empresa aceptada y consensuada por todo el equipo.

El resultado de este proceso es el documento conocido como plan estratégico, que debe ser compartido con la empresa para garantizar que todo el equipo humano contribuye con su desempeño en la conquista de los objetivos marcados.

Como hemos expuesto, la planificación estratégica generalmente representa objetivos a medio y largo plazo. Por tanto, cuenta con una vida útil de entre tres y cinco años. Sin embargo, no podemos obviar el ritmo vertiginoso al que avanzan la tecnología y los mercados, un factor que puede influir en la necesidad de revisar y actualizar la planificación en un periodo de tiempo más breve.

Beneficios de la planificación estratégica

¿Por qué es necesaria la planificación estratégica para una empresa?

La planificación estratégica resulta útil para las empresas porque les obliga a ser conscientes de su situación actual dentro del contexto de mercado que les rodea. Así, la organización es capaz de anticipar riesgos y prevenirlos antes de que influyan en el desempeño de la empresa.

Del mismo modo, el negocio puede detectar qué recursos son necesarios para aprovechar las oportunidades del mercado y afrontar los desafíos estratégicos que puedan surgir.

Recuerda que las estrategias sólidas consiguen que las empresas se fortalezcan, se adapten con mayor facilidad a los cambios del mercado y gestionen las crisis con eficacia.

Todo esto desemboca en una mayor rentabilidad y en una ventaja competitiva para la empresa. En definitiva, la planificación anticipada guía la toma de decisiones y ayuda a transformar los esfuerzos de una empresa en resultados, ahorrando tiempo y recursos.

Por otro lado, el proceso de planificación contribuye a que la comunicación con los empleados resulte más efectiva e influye de forma positiva en la motivación del personal.

Cuando los empleados tienen una visión clara de la dirección hacia la que avanza la empresa y conocen qué se espera de ellos en cada momento, se sienten más predispuestos a esforzarse para alcanzar los objetivos comunes marcados. Y está demostrado que los empleados implicados, motivados y comprometidos rinden mejor y contribuyen a aumentar la productividad de la organización.

Por último, el hecho de detenerse a analizar y planificar unos objetivos permite medir la eficacia de cada una de las acciones que se ponen en marcha para alcanzarlos. De esta forma, resulta más sencillo evaluar el progreso de la empresa y hacer los ajustes que sean necesarios para optimizar el rendimiento en cada momento.

Proceso de Planificación estratégica

Cómo realizar una planificación estratégica: 5 pasos clave

Cada tipo de negocio puede requerir abordar la planificación estratégica de una forma u otra. No obstante, de forma general podemos resumir el proceso para realizar un plan estratégico en estos cinco pasos.

1. Realizar un análisis interno y externo

El primer paso de una planificación estratégica comienza evaluando la posición actual de la empresa tanto a nivel interno como externo, valorando la industria, la competencia y el público objetivo. Para ello es necesario llevar a cabo un análisis que ayude a identificar las fortalezas y debilidades de la organización, así como las oportunidades y amenazas que ofrece el mercado.

La matriz DAFO es la herramienta más indicada para este análisis. También es recomendable recurrir a informes de la industria e incluso comentarios de clientes para comprender sus necesidades y cuál es la mejor forma de resolverlas.

Una vez que se realiza la evaluación externa e interna, la empresa debe definir su misión, visión y valores para alinear sus acciones de acuerdo al mensaje que pretende transmitir a los consumidores. En otras palabras, se trata de identificar en qué punto está el negocio, a dónde quiere llegar, qué experiencias desea ofrecer y cómo quiere influir en la vida de sus clientes potenciales.

2. Establecer objetivos

Ahora la empresa ya sabe hacia dónde se dirige y a qué se enfrenta dentro de su industria. Con este marco definido, es el momento de profundizar en los objetivos de negocio que se pretenden alcanzar para hacer realidad la visión detallada en el paso anterior.

Las metas representan los resultados específicos que la empresa quiere lograr. Para resultar efectivos, los objetivos deben ser específicos, medibles, realistas y alcanzables (SMART). Además, se deben desglosar en cuanto a departamentos, fijando unos objetivos concretos para cada área de la empresa.

Aunque resulta tentador ser ambicioso en cuanto a los objetivos a alcanzar, lo recomendable es priorizar aquellos que resultan más importantes, relevantes y urgentes para el negocio.

Con las metas a la vista, la organización puede determinar las necesidades de personal, presupuesto y recursos que necesita, además de la cronología y las métricas de rendimiento que utilizará para valorar el alcance de cada objetivo.

3. Desarrollar la estrategia

Llegados a este punto del proceso, el siguiente paso para realizar una planificación estratégica es formular las acciones y tácticas necesarias para alcanzar cada objetivo estratégico expresado con anterioridad.

Para facilitar la comprensión de la planificación estratégica se pueden emplear diferentes herramientas y modelos de planificación como el mapa estratégico, modelo PEST (similar al DAFO, pero enfocado en factores externos), modelo de las 5 fuerzas de Porter, Business Model Canvas o el análisis de capacidades VRIO (muy útil para identificar las ventajas competitivas de los productos o servicios).

4. Implementación

Después de todo este proceso, es el momento de poner en marcha el plan. La correcta ejecución de la planificación estratégica implica una comunicación clara con toda la organización para asegurarse de que todos conocen sus responsabilidades y que los procesos se ajustan a lo marcado.

Aquí es cuando cobra importancia la gestión estratégica de la empresa para garantizar que se está siguiendo el plan. Llevar a cabo reuniones periódicas con los jefes de cada departamento facilitará el seguimiento de los KPIs.

5. Analizar y evaluar la planificación estratégica

Revisar el plan permite reevaluar las prioridades y corregir el rumbo en función de los éxitos o fracasos obtenidos. En este análisis hay que tomar como referencia los indicadores de rendimiento para determinar cuáles se han cumplido y cómo se puede optimizar la estrategia. El cuadro de mando integral es una herramienta de control de gestión que resulta efectivo para llevar a cabo este seguimiento de forma trimestral, semestral o anual.

Resulta preciso entender que un plan estratégico no es un documento estático ni definitivo, sino que se debe actualizar si la empresa decide cambiar de dirección o realizar nuevas inversiones en función de las oportunidades que puedan surgir.

Una planificación estratégica adecuada puede tener un enorme impacto sobre la empresa. De ahí la importancia de conocer el concepto y saber llevar a cabo el proceso de forma adecuada.