Rentabilidad económica - qué es y cómo se calcula

Rentabilidad económica: qué es y cómo se calcula (ROI)

¿Sabes qué es la rentabilidad económica de una inversión y por qué debes calcularla? Imagina que tienes la responsabilidad de tomar la decisión de invertir entre dos proyectos. Contar con una herramienta que de forma muy sencilla te ayude a realizar una evaluación previa sería de gran ayuda para respaldar tu decisión.

Ese es el objetivo del análisis de la rentabilidad económica de inversiones o retorno de la inversión (ROI).

En este artículo te explicamos qué es la rentabilidad económica, cómo se calcula y, sobre todo, por qué es importante para evaluar la rentabilidad de una inversión.

Qué es la rentabilidad económica

La rentabilidad económica calcula la capacidad que poseen los activos de una empresa para generar valor.

Así, la rentabilidad económica nos indica el beneficio que se va a obtener por cada euro invertido, por lo que es una herramienta muy útil a la hora de comparar diferentes oportunidades de inversión que se puedan presentar.

Afinando un poco más, la rentabilidad económica mide el retorno de la inversión respecto de la inversión neta (deuda bancaria más capital más reservas), sin considerar los intereses derivados de la utilización de financiación ajena ni los impuestos a los que está sujeto el rendimiento.

Este concepto responde al ratio denominado ROI (Return On Investment), que fue empleado por primera vez en la primera década del siglo XX por Du Pont Company bajo el nombre de «Dupont Analysis» junto a otros indicadores en los que se conoció como el sistema triangular de ratios.

Por qué es importante calcular la rentabilidad económica

Conocer la rentabilidad de un proyecto de inversión resulta esencial en el proceso de toma de decisiones, ya que es un parámetro que pone de manifiesto la eficiencia de la gestión.

De esta manera, la primera pregunta a la que debes responder cuando vas a tomar la decisión de invertir es qué rentabilidad va a tener esa inversión para la empresa y para los accionistas. En otras palabras, ¿ese mismo euro invertido en otro proyecto podría reportar mayor beneficio? A esta pregunta da respuesta el análisis de la rentabilidad económica de un proyecto o inversión.

Estas son las principales razones por las que realizar un análisis de rentabilidad y calcular el ROI te va a ser de utilidad:

  • El retorno de la inversión o ROI es una medida de rentabilidad estandarizada y universal, fácil de calcular y comprender. Es un índice comúnmente aceptado como medida de rentabilidad y está presente en los informes internos y seguimientos de KPIs de las principales compañías.
  • Es fácilmente comparable. El ROI es una herramienta clave en la toma de decisiones dentro de una empresa para decidir entre proyectos de inversión similares. Ofrece una medida muy aproximada para que podamos optar por una inversión u otra, o continuar invirtiendo en un proyecto que tengamos ya en marcha y que tenga una rentabilidad económica positiva.
  • Permite actuar sobre los parámetros claves de la rentabilidad. El cálculo del ROI facilita la toma de decisiones estratégicas para aumentar la rentabilidad económica de la empresa. En su análisis intervienen distintos elementos de la estructura de costes fijos y variables de una empresa, lo que facilita actuar sobre cada uno de ellos. Por ejemplo, elevando el precio de los productos, aumentando su rotación o disminuyendo el volumen de los activos.

Más adelante, vamos a ver en detalle cómo se realiza su cálculo con un ejemplo práctico.

Cómo calcular la rentabilidad económica (ROI)

El cálculo de la rentabilidad económica nos ofrece la relación entre los beneficios generados con la inversión neta realizada (Deuda Bancaria más Recursos Propios). De esta manera, el cálculo del retorno de la inversión (ROI) nos indicará la capacidad de los activos de una empresa para generar beneficios, sin tener en cuenta cómo han sido financiados.

La rentabilidad económica se calcula a través de la siguiente fórmula matemática.

Fórmula ROI

 

El BAIT se corresponde con el beneficio antes de descontar los intereses y los impuestos, y debe incluir todos los ingresos y previsión de gastos relacionados con el proyecto y que se reflejan en la cuenta de resultados.

En cuanto al denominador, se consideran todos los recursos que sean necesarios para el desarrollo de la inversión o del proyecto, tanto propios como ajenos, excluyendo la financiación espontánea (proveedores, deudas con entidades públicas, etc.).

Ejemplo práctico de cálculo de la rentabilidad económica

  • Pongamos el ejemplo de una empresa distribuidora en la que se han obtenido unos ingresos por ventas de 100.000 euros en el ejercicio 2020.
  • El coste de los productos vendidos ha sido de 50.000 euros y los gastos generales, tanto de personal como estructura, han sido de 20.000 euros.
  • El activo corriente financiado por la inversión neta (Deuda bancaria más Recursos Propios) tiene una valoración de 5.000 euros.
  • El activo no corriente, es decir, los activos duraderos como la furgoneta, el local o los equipos informáticos tienen un valor de 175.000 euros.

La rentabilidad económica de esta empresa para el ejercicio 2020 se calculará de la siguiente forma:

Ejemplo cálculo rentabilidad económica de una empresa

Una vez calculados los datos anteriores, a continuación, se realiza el cálculo a través de la fórmula ROI correspondiente:

Ejemplo cálculo ROI

Este resultado nos indica una rentabilidad positiva para este ejercicio, de forma que, por cada 100 euros que hemos destinado al negocio hemos obtenido 16,66 euros. Ahora bien, ¿es un buen resultado? ¿Contempla todas las variables necesarias?

El ROI es un ratio puramente económico de análisis de rentabilidad, pero no contempla el periodo de tiempo que debe mantenerse una inversión ni los intereses pagados por haber tenido que acudir a financiación ajena.

Este sesgo se puede corregir con el cálculo de otros ratios complementarios como son el ROE (Return on Equity) que analizará la rentabilidad de los fondos propios invertidos en el proyecto respecto del beneficio neto y la utilización de indicadores del flujo de efectivo como el TIR (tasa interna de retorno) o el VAN (valor actual neto).

Como puedes apreciar, conocer en profundidad el retorno de la inversión que se realiza en la compañía para cada proyecto es una habilidad financiera esencial.  La idea es que los profesionales que ocupan puestos directivos y son responsables de la toma de este tipo de decisiones en las empresas sean capaces de adaptarse a entornos económicos estables o incluso a aquellos en los que por diversos motivos podrían dar lugar a una situación de inflación que, obligará a replantear ciertos aspectos que afectarán a la rentabilidad del proyecto.