Oímos hablar de ella a diario en los medios de comunicación. Sin embargo, no siempre tenemos claro qué significa. Nos referimos a la inflación, un indicador económico que guía la toma de decisiones monetarias de empresas y dirigentes políticos.
Vamos a ver en detalle qué es la inflación, por qué se produce, qué tipos existen y qué efectos causa en la economía de una región. Este y otros conceptos macroeconómicos se estudian de forma transversal en el programa formativo del Máster en Administración de Empresas en Oviedo con el objetivo de que los futuros líderes y agentes de cambio en las empresas sepan tomar las mejores decisiones a nivel estratégico.
¿Qué es la inflación y por qué se produce?
La inflación es un proceso económico que conlleva la subida de los precios durante un periodo de tiempo determinado sin que aumente el valor agregado del producto o servicio, lo que se traduce en la disminución progresiva del poder adquisitivo de los consumidores.
Esto significa que el valor de una moneda no es la misma hoy, que hace un año. Por lo tanto, los consumidores pueden adquirir menos bienes y servicios dedicando la misma cantidad de dinero.
La inflación está relacionada con el IPC (Índice de Precios al Consumo). Este indicador señala la evolución del nivel de precios de los bienes y servicios que adquiere la población de un área concreta durante un tiempo determinado.
Cuando el IPC sube, la cesta de la compra se encarece y, por ende, absorbe una mayor proporción de la renta de las familias. Es entonces cuando la inflación aparece y el consumidor nota cómo su poder adquisitivo cae. Ahora deberá gastar más dinero que el que invertía antes para obtener la misma cantidad de bienes y servicios.
Para calcular la tasa de inflación anual, se compara el nivel del IPC actual respecto al que había hace un año. La fórmula de cálculo consiste en la diferencia entre el IPC final y el IPC inicial dividido por el IPC inicial. La cifra resultante se multiplica por 100 para obtener la tasa correspondiente.
Esta cifra varía a lo largo de los años, oscilando en función de diferentes factores que detallaremos a continuación.
¿Por qué se produce la inflación?
Existen dos principales causas del incremento paulatino de los precios asociado con la inflación: la inflación impulsada por la demanda y la inflación impulsada por los costes.
Inflación por demanda
La inflación impulsada por la demanda se origina cuando la demanda de bienes y servicios crece, pero la oferta sigue siendo la misma. Si la demanda supera la oferta aparece una brecha y las empresas responden elevando los precios. Así se origina la inflación.
La causa del aumento de la demanda puede ser una economía saneada en la que empresas y consumidores ganan cada vez más dinero. El aumento del poder adquisitivo supone que una persona puede comprar más que antes, aumentando la competencia por la oferta existente y acrecentando con ello los precios mientras las empresas intentan incrementar la producción.
La inflación por demanda también puede suceder debido a una repentina popularidad de ciertos productos o servicios.
Inflación por costes
La inflación impulsada por costes se presenta cuando la oferta de bienes y servicios se limita por algún motivo concreto, pero la demanda continúa siendo la misma. La consecuencia directa es una elevación de los precios.
Los eventos externos son generalmente los causantes de la inflación por costes. El aumento de los precios de la energía o las materias primas son dos ejemplos. En estas situaciones de escasez repentina de suministro en las que las empresas tienen dificultades para producir una cantidad suficiente de ciertos bienes y servicios para satisfacer la demanda de los consumidores, el coste de la producción aumenta y, como consecuencia, la tasa de inflación crece.
Inflación generada por expectativas
Otra situación que puede darse en un escenario de inflación por costes o por demanda es que los empleados soliciten un aumento de sueldo a las empresas.
En este contexto, para dar respuesta a la subida de salario de los trabajadores y mantener los márgenes de ganancias, las empresas trasladan los costes a los consumidores, incrementando los precios. Esto es lo que se conoce como inflación generada por expectativas.
¿Qué tipos de inflación existen?
Podemos clasificar los tipos de inflación en función de su intensidad. Siguiendo este criterio, distinguimos los siguientes tipos de inflación:
- Inflación moderada o progresiva: Aparece cuando los precios suben de manera constante durante cierto tiempo a un ritmo lento. La inflación no llega a superar el 10% anual. En este contexto, los consumidores tienen la expectativa de que los precios de los bienes y servicios seguirán aumentando y esto termina impulsando la demanda.
- Inflación galopante: Tiene lugar cuando el dinero pierde valor tan rápidamente que los ingresos de empresas y consumidores no pueden mantenerse al día con los costes y los precios. Con tasas de inflación galopante de dos o tres dígitos, la economía se vuelve inestable y los inversionistas detienen la inyección del capital necesario.
- Hiperinflación: Ocurre cuando la inflación aumenta rápidamente y el valor de la moneda del país cae también de forma acelerada. En estos casos, la inflación está fuera de control llegando a alcanzar el 1000%, paralizando el poder adquisitivo y la economía de los consumidores.
¿Qué consecuencias genera la inflación en la economía de un país?
Aunque puede ser frustrante pensar que el dinero pierde valor, la mayoría de los expertos consideran que una tasa de inflación situada en torno al 2% o 3% es una señal de una economía saludable. Esto es así porque una tasa de inflación moderada fomenta el gasto en lugar del ahorro.
Ante la depreciación del valor de la moneda, los consumidores persiguen un retorno de su capital, buscando mejores rendimientos y comprando en lugar de guardar el dinero y ver cómo disminuye su valor. Del mismo modo, las empresas invierten cualquier exceso de capital. En consecuencia, se impulsa la actividad empresarial y el crecimiento económico del país.
Sin embargo, si la inflación se descontrola y aumenta de forma dramática, puede llegar a destruir una economía. Una inflación desmesurada provoca un aumento del coste de vida, genera incertidumbre generalizada, frena la productividad de las empresas, resta capacidad adquisitiva al consumidor y aumenta la desigualdad en los hogares.
Para mantener el equilibrio en la tasa de inflación en una región concreta, las instituciones monetarias y gubernamentales supervisan continuamente la evolución económica en la zona. En función de los datos obtenidos, se pueden desplegar políticas monetarias o fijar leyes de control fiscal que contribuyan a estabilizar la tasa de inflación en niveles adecuados para el óptimo desarrollo de una economía.
Ahora ya tienes claro qué es la inflación, un concepto macroeconómico clave que todo líder empresarial necesita tener claro para dirigir su negocio hacia un futuro prometedor.