Cada día escuchamos los conceptos de economía y finanzas, hasta el punto de que los tenemos profundamente naturalizados. A menudo nos encontramos con ellos en multitud de contextos, y muchas veces podemos llegar al punto de confundirlos; pero, ¿Significan lo mismo?, ¿Cuáles son las diferencias entre la economía y las finanzas?
En caso de que estemos familiarizados con el mundo de los negocios, hayamos estudiado en una Escuela de Negocios en Asturias u otra región de España, o incluso trabajemos en el ámbito empresarial, seguramente tengamos algo más clara la respuesta a estas preguntas. Y es que, realmente, son dos disciplinas bien diferenciadas. Sin embargo, también somos conscientes de que ambas están profundamente relacionadas, influyéndose mutuamente. Veamos las diferencias entre economía y finanzas.
La economía
La economía es una ciencia social que estudia la producción, el consumo y la distribución de los bienes y servicios, con el objetivo de coordinar y planear de forma adecuada los recursos.
Pero no sólo eso, sino que también se ocupa de asuntos típicos, tales como la inflación, las recesiones, la oferta, la demanda… De este modo, la economía trata de estudiar cómo los diferentes agentes económicos se relacionan y actúan sobre estas cuestiones, indistintamente de la escala de estos estudios (local, regional, nacional…)
Además, la economía explica cómo grava y gasta los impuestos el gobierno, cómo influyen los sucesos políticos en las condiciones de negocio, y ofrece a los inversores una herramienta con la que medir cuando analizan empresas y mercados.
No sólo se ocupa de cuestiones gubernamentales, sino que también puede centrarse en los gastos e ingresos de una familia o una empresa, y en cómo estos agentes administran sus recursos.
En este sentido, nos encontramos con dos sub-disciplinas dentro de la economía, atendiendo a los contextos de los que se ocupan: macroeconomía y microeconomía.
Macroeconomía
La macroeconomía analiza el desarrollo y el crecimiento de la economía en el marco de un país, con una perspectiva macro, es decir, con una óptica general que no se centra en exceso en los detalles. Por tanto, la macroeconomía estudia de forma conjunta cómo evolucionan ciertos indicadores y cómo se mueven ciertas variables agregadas, relacionadas con todos los actores: corporaciones y otras empresas, las familias, el gobierno, las empresas financieras… De este modo, en base a las tendencias individuales, pretende dilucidar las tendencias económicas globales.
Microeconomía
Por otra parte, la microeconomía se centra en analizar la forma en que los agentes toman decisiones en su vida cotidiana, y en qué se traducen estas decisiones. Esto es, cómo la actuación de los múltiples agentes se influencia entre sí, siempre centrándose en el aspecto económico, como es obvio. Así, los modelos microeconómicos suelen analizar más de cerca las relaciones de intercambio, los mercados y los equilibrios o desequilibrios que surgen en estos.
Si comprendemos la forma en que se comportan individuos y familias, así como empresas y consumidores (definidos por la economía como unidades económicas), y si comprendemos también los mecanismos de los mercados que demandan y ofrecen bienes y servicios, seremos capaces de determinar de forma más precisa el devenir de la economía. Como es lógico, esto es bastante complicado en la práctica, ya que existen múltiples enfoques, teorías y modelos.
Las carreras en economía incluyen la enseñanza y la investigación, en términos generales, sobre el comportamiento de ciertas variables, ayudando a los futuros economistas a prever el crecimiento, la inflación, los tipos de interés…
Las finanzas
Por otro lado, si hablamos de las finanzas, en primer lugar, tenemos que decir que pueden ser definidas como una rama de la economía. Las finanzas estudian la historia de los precios, los tipos de interés, los flujos del dinero y los mercados financieros.
Una de las cuestiones que le da mayor valor a las finanzas como disciplina, es que de sus estudios y conclusiones dependen en gran medida los movimientos de inversiones, préstamos y otros productos financieros tales como los seguros, los derivados o los bonos. Las finanzas tienen un papel central a la hora de valorar los posibles rendimientos y beneficios de dichos productos.
Las finanzas ofrecen los medios para entender la valoración y devaluación de los flujos de dinero, y ayuda a los inversores y directores comerciales a valorar las múltiples propuestas u opciones que tienen para asignar el capital a las que más beneficio produzcan. En esta línea, el uso eficiente de herramientas y técnicas para el cálculo del beneficio de las empresas es esencial.
Por tanto, podemos definir la función principal de las finanzas como la optimización de los recursos económicos de un individuo, una empresa u otra entidad, con el objetivo de maximizar sus beneficios a la par que hace frente a sus gastos y pagos. Si hablamos concretamente de empresas, podemos añadir cuestiones como el estudio de las alternativas de inversión y la obtención de financiación en unas condiciones favorables.
Dentro del marco de las finanzas también podemos establecer una diferenciación entre diversas disciplinas que se ocupan de diferentes contextos
Finanzas públicas
Se ocupan de la gestión de los recursos económicos de las entidades que forman parte del Estado. Se centra en cuestiones como la asignación de recursos, la distribución de ingresos y la estabilización de los marcadores macroeconómicos.
Finanzas personales
Se centran en los aspectos económicos de las familias y los individuos, en lo referido a la gestión y administración de bienes y recursos.
Fianzas corporativas
Esta rama de las finanzas se ocupa de la gestión del capital de una empresa u organización. Las finanzas corporativas engloba aspectos como la financiación, la maximización de beneficios por parte de los accionistas o determinar la viabilidad económica de un proyecto empresarial.
Finanzas internacionales
La vertiente internacional de las finanzas se centra en movimientos y transacciones entre empresas, entidades gubernamentales o bancarias, en un marco internacional, por lo que entran en juego factores como el cambio de divisas.
Algunas conclusiones
Para hacer un resumen general, debemos dejar claro que tanto la economía como las finanzas tienen una importancia capital en el desarrollo de nuestra vida cotidiana, y las técnicas y herramientas de ambas disciplinas son útiles en sus campos de actuación.
Podemos hacer una diferenciación de ambas a grandes rasgos, estableciendo las finanzas como una disciplina más centrada en contextos específicos tales como una empresa, industria u otra entidad, haciéndose cargo de cuestiones relacionadas con el movimiento de los capitales de dicha entidad.
Por otra parte, la economía, como ciencia, estudia las dinámicas de las sociedades desde una perspectiva más general y relacionada con países enteros.
Sin embargo, ambas confluyen y se interrelacionan de forma cada vez más profunda. Por ejemplo, multitud de académicos y estudiosos financieros hacen uso de materiales teóricos para reforzar sus discursos, así como existen economistas que tratan de incorporar con cada vez mayor protagonismo a cuestiones financieras para tornar en una disciplina más práctica y aplicable en la realidad.
Al fin y al cabo, las finanzas (dinero) y la producción (bienes y servicios) están íntimamente relacionados. Pero es natural que se plantee la diferenciación de estas dos especialidades, y ambas continuarán teniendo un papel central en los acontecimientos que se producen en nuestra sociedad.